La masacre contra los periodistas peruanos hace 34 años en las alturas de Uchuraccay en Ayacucho, fue un crîmen de lesa humanidad porque se violaron las normas fundamentales del derecho a la vida y contra su libertad fîsica. Un verdadero exterminio de los ocho colegas cuyo unico "delito" fue pretender conocer la verdad sobre cõmo actuaba el terrorismo y la respuesta del gobierno en esa zona en la dêcada de los 80.Asistamos a los actos en memoria de nuestros mãrtires.
lunes, 23 de enero de 2017
PERIODISTA CHACHI SANTILLAN RECIBIO DISTINCION INTERNACIONAL
Por defensa consecuente de los derechos humanos del periodismo
PERIODISTA
CHACHI SANTILLAN RECIBIO DISTINCION INTERNACIONAL
La
periodista Lida Isabel, “Chachi” Santillán López, recibió “La Balanza de la
Justicia”, distinción otorgada por el Instituto Internacional de Derechos
Humanos en América, en mérito a su impecable trayectoria profesional y defensa
de los derechos humanos.
En
breves y sentidas palabras, la periodista dedicó su galardón a los periodistas
que sufren atropellos a su dignidad y ven conculcados sus derechos laborales,
en especial el derecho al trabajo y a quienes ven peligrar su vida y seguridad
por cumplir la alta responsabilidad de informar la verdad.
Chachi
Santillán recibió la presea de manos del Decano del Colegio de Conciliadores
Extrajudiciales y Arbitraje del Perú, Pedro Arroyo, en el marco del Congreso de
Operadores de Justicia, realizado en el auditorio del Colegio Químico
Farmacéutico del Perú.
Por
su parte, el Secretario General del Consejo del Trabajo y Asuntos Gremiales del
Instituto Internacional de Derechos Humanos en América, el ciudadano argentino
Marcelo Perreta, destacó la necesidad de atender la defensa de los derechos
humanos del Periodista en el mundo, cuando el Perú se apresta a recordar este
26 de enero, el asesinato de los Mártires del Periodismo Nacional en las
alturas de Uchuraccay, hace 34 años.
Como
se recuerda, Chachi Santillán, asumió la lucha contra el trabajo precario, como
parte de su demanda de reposición en Radio Nacional del Perú, de donde fue
despedida arbitrariamente hace más de un año, por asumir una actitud crítica
frente a irregularidades administrativas en el Instituto de Radio y Televisión
del Perú.
La
autoridad de trabajo por su parte, se ha limitado a decir que la condición de
locadora de servicio no genera vínculo laboral, por lo que la periodista carece
de derechos laborales, mientras que los expertos en derecho laboral coinciden
en señalar que en el caso de Chachi Santillán como en muchos casos más, se ha
producido una desnaturalización de la locación del servicio, generándose un
vínculo laboral, por realizar las mismas labores en forma reiterativa, dentro
de un horario establecido y bajo la supeditación a un jefe, por lo que la
periodista locutora, que identificó a Radio Nacional del Perú con su cálida voz
durante dos años y diez meses, debe ser repuesta en su centro de labores.
Chachi
Santillán, que cuenta con el respaldo de gremios periodísticos y organismos
sindicales, se viene preparando para realizar una huelga de hambre en el
Convento de Santo Domingo, como respuesta a la indiferencia de las autoridades
gubernamentales. “Pienso que el Estado,
como un gran robot que no siente, no piensa y hace oídos sordos a la demanda de
justicia laboral, tal vez me dejará morir en mi huelga de hambre, porque la
vida de una periodista como yo no vale nada, por ser selvática, pero esta
distinción es para mi un gran aliciente para seguir luchando para que algún día
se me haga justicia”, comenta.
Lima,
21 de enero de 2017
sábado, 14 de enero de 2017
LA CORRUPCIÓN NO TIENE SANCIÓN EN EL PERÚ
Con pleno conocimiento de causa, Fuad Khoury, quien durante siete años fue contralor de la República hasta el año pasado, afirma: "La corrupción no tiene sanción en el Perú, porque los juicios terminan con penas suspendidas o duran tanto que ya pierden valor en el tiempo".
El colega periodista Alberto Ku King de larga trayectoria profesional también pregunta:"porqué a los corruptos de Odebrecht no les dan prisión preventiva, si a un delincuente común que comete un delito menor sí se la aplican?.
Como respuesta a la versión del ex contralor y a la inquietud de millones de peruanos, entre ellas la de mi colega periodista cuya pregunta valedera debería ser respondida de inmediato por las autoridades, empecemos por recordar un artículo publicado en abril del 2010 en el diario El Comercio, sobre los miles de millones que "desaparecieron" de las arcas del Estado sin que hasta la fecha se haya capturado, o siquiera identificado plenamente, a la mayoría de los responsables de estos delitos contra todos los peruanos.
"Balance del Gobierno de Fujimori: desaparecieron 6 mil millones de dólares de las arcas del Estado
El Estado sólo ha recuperado 184 millones de dólares de los aproximadamente 6.000 millones “desaparecidos” durante el Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), informó hoy el procurador anticorrupción, Pedro Gamarra.
En nueve años de trabajo de la procuraduría anticorrupción, creada para investigar las denuncias contra la mafia encabezada por el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, se abrieron 428 procesos penales y hay 145 investigaciones preliminares, agregó Gamarra en rueda de prensa.
El procurador detalló que durante el Gobierno de Fujimori, condenado a 25 años de prisión por abusos a los derechos humanos, se privatizaron empresas públicas por un monto aproximado de 7.000 millones de dólares, pero al término de esa gestión sólo se encontraron 500 millones de dólares en el Tesoro Público.
Una de las empresas que obtuvo el precio más alto fue la Compañía Peruana de Teléfonos (CPT), que fue vendida, en monopolio, a Telefónica de España por 2.000 millones de dólares en 1994.
Gamarra calculó que el Gobierno gastó unos 1.000 millones de dólares en obras públicas y, por lo tanto, cerca de “6.000 millones desaparecieron del erario nacional”.
El procurador explicó que él y sus colegas del Consejo de Defensa Jurídica del Estado están “en la lucha por recuperar lo máximo” de los recursos extraídos durante ese Gobierno.
CASO CROUSILLAT
Uno de los casos más recientes para la procuraduría es la recuperación de los 80 millones de soles (27 millones de dólares), ordenados como reparación civil contra el ex empresario de televisión José Enrique Crousillat, actualmente prófugo de la justicia, después de que el Gobierno anulara el indulto que le había otorgado en diciembre pasado.
Crousillat fue condenado a ocho años de prisión por haber recibido dinero de Montesinos para respaldar la reelección presidencial de Fujimori en el 2000, pero fue indultado en un proceso que hoy está siendo investigado por el ministerio de Justicia.
Gamarra explicó que se ha procedido a la incautación de cajas de seguridad de Crousillat en Argentina, donde fue detenido en 2005, y se está a la espera de la información detallada de su contenido, en coordinación con las autoridades judiciales de ese país.
QUIEREN EMBARGAR
También se han enviado cartas rogatorias a Estados Unidos para proceder al embargo de un departamento millonario, valuado en tres millones de dólares, en una isla de Florida y se han incautado dos casas en Lima, agregó la autoridad.
Por su parte, el coordinador especial del Consejo de Defensa Jurídica del Estado, Daniel Figallo, aclaró que no hay ningún otro procesado por corrupción que haya presentado una solicitud de indulto, como lo hizo Crousillat en su momento alegando tener una enfermedad muy grave".(Publicado en el diario El Comercio de Lima, el 8 de abril de 2010).
JORNADA LABORAL DE LAS 08 HORAS
Mañana los trabajadores peruanos celebran la conquista de la jornada laboral de las ocho horas que fue reconocida un 15 de enero de 1919 durante el gobierno de José Pardo y Barreda.Fueron años de constante lucha de los obreros en todo el país y los periodistas también pusieron su cuota de sacrificio para conseguir este beneficio que ya se daba en otros países.Sobre el particular una breve reseña que expuse, entonces en mi calidad de primer vicedecano del Colegio de Periodistas de Lima, en el 2015, durante la premiación que el CPL hizo a varios colegas que se desempeñaron también como dirigentes sindicales en sus respectivos medios de comunicación.
Si bien la muerte de los ocho mártires de Chicago es el motivo sobre el cual se inspira el movimiento obrero mundial, para obtener las 8 horas; no hay que olvidar que en Perú esta lucha tuvo su propio desarrollo y donde el periodismo tuvo actuación especial. Recuerda Basadre que hacia 1896 se realizan huelgas de textiles, tipógrafos y pasteleros en Vitarte y Lima, al punto que el presidente Piérola se ve obligado a recibir a sus representantes en Palacio de Gobierno. Aquí ya se hablaba de implementar las 8 horas. En 1901, el maestro Ramón Espinoza organiza un “congreso obrero” sobre la necesidad de establecer las 8 horas. El 1 de Mayo de 1904 se inicia en el Callao, la primera huelga importante en la historia del Perú, donde los estibadores consiguen la jornada laboral de 8 horas y en la cual muere Florencio Aliaga, primer mártir de las ocho horas en el Perú. Tras los sucesos, el Congreso encarga a José Matías Manzanilla la primera legislación sobre Trabajo.
El 1 de mayo de 1905, la Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú” conmemora por primera vez “El Primero de Mayo” en Perú, en un acto donde Manuel González Prada lee su célebre ensayo “El intelectual y el obrero”, al año siguiente, la Federación incorpora en su declaración de principios que se establezca la lucha por las 8 horas.
Finalmente la conquista por las 8 horas recién se conseguirá en Perú en 1919, a través un decreto dado el 15 de enero del año de 1919, por el gobierno de José Pardo y Barreda.
Todo esto, se da con la masiva aparición de una activa prensa obrera y en la cual los periodistas, desarrollan una intensa labor de difusión y propaganda.
En Chiclayo, aparece el periódico “Justicia” en 1905, “La Protesta Libre” en 1906 y “La Abeja” 1910. En Ferreñafe: “El Obrero” en 1903” y “El grito del pueblo” en 1908. En Trujillo: “La antorcha” en 1903, “El jornalero” en 1906, “El libertario” en 1918. En Pasco: “La voz del Obrero”, en 1912. En Arequipa; “El ariete” en 1901; “Bandera roja” (1907); “El Primero de mayo” (1911) y “La Federación” (1915). En Puno: “La voz del Pueblo” (1914).
En Lima: “El obrero Perú” (1902); “Los parias” (1904); “Redención” (1905); “Simiente roja” (1905); “El oprimido” (1907); “La protesta” (1911); “La Acción Popular” (1911); “El proletario” (1914); “El nivel” (1914); “El sindicalista” (1915); “El obrero organizado” (1915); “El obrero panadero” (1916), “La verdad” (1916); “El nudito” (1919); “El obrero gráfico” (1919) y “El obrero textil” en 1919.
Jorge Basadre también señala que en 1897 circuló el diario La República, vocero del partido Liberal Democrático, donde se daba espacio a los trabajadores, pero tuvo corta duración.
En 1900 apareció en Lima el diario El Siglo XX que salía con tres ediciones, la primera en la mañana, la segunda al mediodía y la última en la tarde con una sección destinada a la vida obrera; lo dirigía José Santos Chocano.
Los periodistas peruanos no deben olvidar a esta “prensa social y solidaria” que contribuyó con su pluma a la obtención de los derechos de los trabajadores, la misma que ha sido interesadamente olvidada y sepultada en la Historia del Periodismo Peruano. Al llegar la década de 1920, tras esta experiencia periodística aparecerán las grandes publicaciones políticas como “Amauta”, “Labor” y “Claridad”, pero esa es otra historia. Coherente la iniciativa de honrar a los periodistas que han seguido una trayectoria destacada en la defensa gremial, dignos herederos de periodistas que fundaron la prensa social y solidaria en el país.
Por todo ello, la celebración del 1 de mayo no está desligada de nuestra profesión.
O sino, recordemos que fue a partir de la década de los años 50 del siglo pasado en que los periodistas empiezan a tener mayor participación en la defensa de los derechos gremiales de los trabajadores de la prensa. Por ejemplo, se fortalecen la Asociación Nacional de Periodistas, la Federación de Periodistas del Perú, la Asociación de Reporteros Gráficos y los círculos de periodistas en los diarios de Lima. A partir de los años 60 suman decenas los hombres y mujeres de prensa que cumplían con su misión de informar con responsabilidad, pero también se integraban a los sindicatos de los trabajadores de sus respectivos diarios. Todos los periodistas presentes, recordamos que antes era una decisión de alto riesgo pertenecer al sindicato en su respectiva empresa, debido a la presión que ejercían los dueños contra los sindicalistas, pero sobre todo contra los dirigentes. Ahora los sindicatos casi no existen o se han convertido en una quimera en los diarios.
Por eso resulta pertinente recordar la buena labor dirigencial que tuvieron muchos colegas en los medios periodísticos. Por ejemplo no podemos olvidar que Carlos Lavy Carrión y Carlos Pazos Bergonzoli se convirtieron en pilares del sindicato de trabajadores del diario Comercio, donde promovieron una huelga de varios días que hizo temblar a los dueños del decano de la prensa. También hubo huelgas u otras medidas de fuerzas en los diarios Expreso-Extra, Correo-Ojo y en el diario La Prensa. Muchos de aquellos periodistas líderes de su respectivo sindicato tuvieron que trabajar con una espada de Dámocles que pendía sobre ellos si seguían defendiendo a los trabajadores y a los periodistas. Aun así, estos colegas no se rindieron ante el asedio de los dueños, prefirieron soportar las represalias antes que claudicar y por eso fueron despedidos de los diarios, pero; como podemos comprobar, hoy viven con la frente en alto, recibiendo el reconocimiento y respeto de familiares y colegas por la valiente labor cumplida. Hoy tenemos a varios de ellos aquí presentes, para ser reconocidos por la valiente misión que cumplieron en defensa de los derechos de los trabajadores de la prensa.
Me siento plenamente identificado con la trayectoria gremial de nuestros colegas presentes, pues yo también fui dirigente del Sindicato de Empleados y Periodistas del diario La Prensa durante siete años consecutivos, en la década de los años 70 acompañado de colegas muy correctos, algunos de los cuales ya descansan en la paz del Señor.
En esta época en que prevalecen la Tecnología de la información y la Comunicación, sabemos que los sindicatos seguirán debilitados y simplemente no existen derechos laborales para los hombres de prensa.
Por eso hacemos un llamado a los empresarios para que practiquen la solidaridad y se vuelvan más humanos, especialmente con los trabajadores periodistas que laboran en los medios de comunicación. No perdamos la esperanza, de que, en un tiempo no muy lejano, seguirán apareciendo nuevos líderes gremiales que con respeto, pero con mucha energía, seguirán abogando por los derechos conculcados a los hombres de prensa.
martes, 10 de enero de 2017
HABÍA UNA VEZ UN PERÚ
Había una vez un Perú
Había una vez un país llamado Perú donde sus habitantes no leían, y cuando agarraban un periódico, era para ver a las calatas de las portadas o las fotos de los goles de unos tales Farfán, Guerrero y Loco Vargas. A veces, se atrevían a leer las noticias de la farándula porque había una chiquilla llamada Yahaira, que cantaba bien bonito, que estaba bien buena y le había sacado la vuelta a uno de esos que metían los goles. Era un país donde a los niños se le caían sus libros porque estaban acostumbrados a agarrar Iphone; los jóvenes no sabían que era una biblioteca y solo dividían usando el celular. Era un paíscalabaza e ignorante.
Llegó a ser tan pero tan ignorante, que tildaba de imbéciles a los que defendían sus derechos y de candelejones a los que respetaban la cola o no se comían la luz roja. En ese país, decir la verdad lo convertía a uno en paria. Era el país de los vivos, de las coimas, de los delincuentes vestidos de santos. Un país donde los adictos, mitómanos, ladrones y asesinos se convertían en presidentes y donde al pueblo no le interesaba que le robaran si hacían obra. Un país donde los cardenales ayudaban a los genocidas y ofendían a las mujeres. Un país donde los jueces y los fiscales dejaban libres a los violadores y a los narcotraficantes, donde abogados defendían la corrupción y la alentaban, y los médicos lucraban con el dolor de sus pacientes porque era un negociazo. Un país donde cumplir la ley era sinónimo de idiotismo y las promesas, de debilidad. Era un país donde convenía embrutecer más al pueblo con programas reality, titulares sensacionalistas, y timarlo fácilmente con reportajes comprados.
Un día, el Perú fue sacudido por un cataclismo que lo rajó desde sus cimientos. Odebrecht le llamaron. De las grietas del suelo, salían arrastrándose borrachos, ladrones, mitómanos, genocidas, jueces y abogados, ex primeras damas y hasta un comandante. Grandes estudios de abogados sucumbieron. Todo se vino abajo. La televisión y la radio no funcionaban. Los diarios no salían, porque los periodistas estaban apresados bajo los muros de una corrupción que ayudaron a cimentar. De los escombros emanaba un olor a amoníaco inconfundible y los que se libraban de ellos estaban impregnados de ese hedor propio de la mierda, insoportable.
Entonces, la gente no pudo resistir más la pestilencia y vomitó tanto, que botó un cuajo de rabia e indignación mezclado con frustración y culpa. Un cuajo guardado por más de treinta años. Fue tan profunda la limpia, que la gente se curó y se dio cuenta que todo lo había estado haciendo mal, que un poco de bueno no borra lo malo, que la honestidad no tiene escalas, que un niño con un libro es libre, que reclamar por lo justo es un deber, que respetar a los demás es una obligación. El Perú se dio cuenta que había vivido estúpidamente por tolerante, por cobarde, por hipócrita, por convenido, por cojudo, por ignorante.
Y así, lenta y dolorosamente, el Perú se reconstruyó. Se hizo de una moral. Las opiniones que antes eran objeto de burla por ridículas e ilusorias, eran escuchadas con respeto y atención. Los más jóvenes salieron a las calles a exigir un nuevo sistema. Desde el día del terremoto, las cosas nunca más fueron igual, la gente empezó a interesarse más por aprender, por no dejarse engañar, por no caer en la comodina posición de quedarse callado para no hacerse problemas. La gente comenzó a leer, y como no hubo televisión ni periódicos, ni celulares, se reunieron en las bibliotecas o en los parques para leer un libro. Así, poco a poco, las personas se dieron cuenta de lo importante y empezaron a creer en ellas, a sentirse tan o más importantes que los presidentes que las engañaron, que los cardenales que las ofendieron, que los jueces que las estafaron, que los genocidas que las mataron y empezó una nueva era en la que el Perú se empezó a querer.
Y ese día, ese mismo día del terremoto, el Perú se salvó del infierno. El Perú se salvó de la mediocridad y de la ignorancia, y aunque tuvo que exculpar sus faltas con años de convalecencia, terminó prometiéndose a sí mismo que nunca más habría una limpia, que nunca más vomitaría frustración, que nunca más se traicionaría, porque si lo hacía otra vez, se jodía… y para siempre.
LC.
jueves, 5 de enero de 2017
FALLECIMIENTO DE RAÚL FERNÁNDEZ MENACHO
La Asociaciõn de Periodistas Policiales del Perú comunica el sensible fallecimiento del periodista Raúl Fernández Menacho, ocurrido hace pocas horas en Lima .Esta lamentable noticia enluta al periodismo nacional especializado, pues se trata de uno de los colegas que dejó huellas indelebles en el buen periodismo policial que también ejerció en la década de los años ochenta en el diario Correo y después en El Comercio. Le decimos "León Rupp" por la barba tupida que usaba y porque él, Raúl, investigaba al verdadero Rupp, quien era uno de los dueños del Banco de la Industria de la Construcción y era investigado por presuntos malos manejos en dicha entidad bancaria. Fue nombrado como uno de los primeros directores del diario El Trome. Estamos desconcertados ante su inesperada partida, imaginamos el dolor de sus familiares ante esta dura realidad. La colega Gretta M. Gaggiani informará dónde serán velados los restos de nuestro inolvidable Raúl Fernández Menacho. Fortaleza para toda su familia.
(Hêctor Perona).
Suscribirse a:
Entradas (Atom)